PREOCUPANTE AUMENTO EN ARAGÓN DE INSECTOS DAÑINOS PARA LA SALUD
Detectada en Zaragoza la mosca negra, cuya picadura es muy dolorosa. La calidad de vida disminuye por las plagas de insectos.
Las plagas de insectos chupadores de sangre comienzan a ser preocupante en Aragón. El cambio climático, con sus temperaturas más benignas, y la movilidad de los ciudadanos, entre otras causas, están facilitando que aumente tanto la cantidad como el tiempo de vida de estos animales. En concreto, en Zaragoza se ha detectado una nueva familia, la mosca negra, cuya picadura es muy molesta y puede provocar reacciones alérgicas en las personas. También se ha descubierto en Aragón una nueva especie de los llamados jejenes, muy agresiva para los animales, y que puede transmitir la enfermedad de la lengua azul. Las plagas de mosquitos comienzan a afectar la calidad de vida de muchos núcleos rurales, y rebrotan los chinches, piojos y pulgas.
Javier Lucientes, profesor titular de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad de Zaragoza, confirma esta preocupación, más aún cuando estos parásitos en expansión pueden transmitir graves enfermedades a los humanos. «Las soluciones no son fáciles, porque sus hábitats son muy dispersos, y si son adultos y con alas, peor todavía», asegura. Las investigaciones se centran en identificar las especies que originan problemas por sus picaduras, localizar sus lugares de cría, y tratarlos con productos biológicos y respetuosos.
«La mosca negra es propia de ríos muy claros, limpios y no contaminados. En Aragón, tradicionalmente se observaba en determinadas zonas de Teruel o de alta montaña. Pero ahora se ha asentado en lugares inéditos, como en canalizaciones artificiales propias de regadío», explica Lucientes. En Monegros o Mequinenza ya se dejan ver. Y desde hace muy poco, se ha detectado en Zaragoza.
Esta especie, cuyos ejemplares miden de 2 a 3 milímetros de longitud, cría en la vegetación que cae al agua. Su hábitat es propio de las orillas de ríos, estanques, embalses o canales. «La mosca negra pica a animales y personas, cortando la piel y produciendo una pequeña herida, que, a quienes son más sensibles, les provoca tal reacción que incluso tienen que acudir a Urgencias para mitigar la inflamación», añade.
Asimismo, cada vez son mayores los problemas con los mosquitos. «Los ciudadanos están facilitando que aumente el número de lugares aptos para la cría. El hecho de que las urbanizaciones ocupen espacios propios de las huertas y que en ellos se abran piscinas o depósitos, así como la proliferación de regadíos, con la construcción de acequias, balsas de regulación o de arrozales, favorece el incremento de las poblaciones y las molestias en la población», afirma este profesor.
Por todo ello, la calidad de vida de algunas zonas rurales o de urbanizaciones levantadas en zonas propensas a los mosquitos comienza a verse mermada.
Sin embargo, según los estudios de la Universidad de Zaragoza, de momento Aragón se está librando de una especie invasora que está causando verdaderos quebraderos en Europa. Se trata del mosquito tigre. «En Roma se están gastando 16 millones de euros al año para erradicar a esta especie y no lo consiguen. Y a España ha entrado ya por Cataluña y se está extendiendo por Levante». Pero existen otras voces, como la de José Luis Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid, que advierte de que sí se ha detectado en zonas de Zaragoza, Madrid y Sevilla. La picadura de este mosquito es muy dolorosa y su reacción, peligrosa.
Con respecto a otros insectos, los estudiosos han comprobado el rebrote de las chinches. «Cada vez viajamos más y nos hospedamos en lugares muy variados. Pero existen tratamientos de desinfección eficaces implantados por empresas de control especializadas», alega.
Asimismo, los piojos siguen dando problemas en los colegios. «Por razones de calidad de vida, usamos unos productos que no son tan eficaces como los antiguos. Y muchas veces no sabemos usarlos, creando a la larga especies resistente». Y con respecto a las pulgas, el cambio climático favorece también su periodo de actividad.
Fuente: El Periódico de Aragón