LA PROCESIONARIA DEL PINO, UNA AMENAZA REAL PARA LOS PERROS
Cuando va terminando el frío y se acerca la primavera es el momento en el que hay que estar ojo avizor para que nuestros canes no se acerquen a estas orugas, son verdaderamente peligrosas, mucho: producen urticarias y alergias en personas y en animales. Lo malo es que la procesionaria del pino o o thaumetopoea pityocampa cada vez aparece antes y en más lugares.
La descripción oficial parece la de una película de miedo, pero es real:
«Cada oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000 pelos o tricomas especiales que asemejan morfológicamente a pequeños dardos o flechas envenenados. Su pequeño tamaño y el hecho de que puedan desprenderse con facilidad implica un riesgo importante de urticaria no sólo por contacto directo sino también vía aérea a través del efecto de corrientes de viento.
El contacto de los dardos con los humanos y/o mascotas suele desencadenar reacciones cutáneas locales más o menos llamativas, aunque también pueden dar problemas oculares, bronquiales e incluso anafilaxia severa.»
En teoría, hay que tener cuidado entre febrero y abril pero lo cierto es que debido al cambio climático la época de procesionaria se va ampliando en el tiempo, cada vez aparecen antes, incluso en diciembre. Y cada vez están en más lugares, es fácil verlas en los parques y jardines de muchas ciudades tanto de la Península como de Baleares.
¿Cómo es el ciclo vital de la procesionaria? Las mariposas de procesonaria aparecen en verano, se reproducen y la hembra pone huevos en las hojas de los árboles. Las orugas nacen a los 30-40 días de la puesta, entre mediados de septiembre y de octubre, y para pasar los meses de frío constuyen como refugio nidos de seda. Al finalizar el invierno y con la llegada de la primavera, entre febrero y abril, las orugas descienden al suelo formando una fila como una procesión. En la fase final de su desarrollo crisalidan dentro de un capullo y en verano surgen las mariposas dando lugar a un nuevo ciclo.
Todos los años hay avisos por procesionaria en los principales parques urbanos, ¡hay que tener mucho cuidado!
¿Por qué se llaman procesionarias? ¿Cómo reconocerlas?
Tras alimentarse durante unos 30 días las orugas descienden al suelo desde sus nidos en características filas indias (de ahí su nombre común de «procesionarias»). Se desconoce la causa pero está comprobado que es siempre una hembra (una larva que originará un adulto hembra) la que guía la procesión.
En TECNOPLAGAS XXI ofrecemos información detallada sobre la prevención y control de la procesionaria.
Son extremadamente venenosas: producen urticarias y alergias en personas y en animales.
El riesgo está al tocarlas o al acercarse mucho a ellas, sus pelos urticantes son como dardos envenenados y tiene cientos de miles: cuando se sienten amenazadas los sueltan. Por eso no hace falta haberlos tocado para verse afectado.
Si tu perro olisquea o, peor, lame a una de estas orugas debes llevarle inmediatamente al veterinario.
¿Cómo saber si tu perro ha estado en contacto con una procesionaria?
Estará tratando de rascarse la boca porque le dolerá. Se mostrará nervioso, inquieto.
Los síntomas más visibles son la inflamación de la lengua e incluso de la cabeza.
Puede tener fiebre, también puede que tenga problemas para cerrar la boca…
¿Qué hacer?
Puedes lavarle la boca con agua templada pero lo más importante es ir rápidamente al veterinario para que puedan dar a tu perro un tratamiento con corticoides de acción rápida.
El resultado puede ser desde la necrosis de parte de la lengua a la muerte: si la infección llega a la laringe puede morirse por asfixia.