HORMIGAS ASESINAS VISTAS CON LUPA
En lo alto de los árboles de la Guayana Francesa, habitan las hormigas Daceton armigerum, que dominan a las demás, aparte de poder levantar cien veces su propio peso.
Los investigadores han descubierto las técnicas que utilizan estas esquivas hormigas a la hora de emboscar y cazar a otros insectos de tamaños mucho mayores que ellas.
Primero un ejemplar del grupo le propina un golpe contundente en la cabeza a la víctima, atontándola, después, el resto del grupo, aparecen, sujetan al insecto con sus poderosas mandíbulas y se la cargan a la espalda arrastrándola hasta el nido.
Por si esto no fuese suficiente, este tipo de hormigas también tienen aguijones con los que pueden inocular veneno paralizante a sus víctimas y luego atenazarlas con sus poderosas mandíbulas.
El estudioso Alain Dejean del National Center for Scientific Research (CNRS) en Francia ha invertido junto con sus compañeros más de dos décadas a la investigación de estas hormigas.
“Cada vez que tenemos la suerte de encontrar una colonia, paramos todo lo demás” según ha dicho Dejean.
Las hormigas asesinas, una paz difícil
El equipo observó las enormes colonias de hormigas en el linde del bosque, donde hasta 950.000 individuos vivían en una colonia repartida entre 200 árboles altos.
En estos hábitats de hacinamiento, el equipo también descubrió que estas hormigas pueden coexistir con otras especies de un comportamiento inusual dentro de lo territoriales que son las hormigas. De hecho lo normal es que cuando un insecto se adentra en una colonia, lo normal es que los habitantes de esta le ataquen.
Sin embargo, en América del Sur, la D. armigerum y otras especies tienen una aparente tregua con los habitantes de su entorno. En las copas de los árboles, estas hormigas gozan de un sistema avanzado de agricultura, utilizando a las otras especies para que trabajen por ellas a cambio de protección.
Fuente: National Geographic