DESINSECTACIÓN

CICLO DE VIDA DE LA CUCARACHA ALEMANA

La cucaracha Alemana (Blattella Germanica) es la especie de cucaracha más común en viviendas, bares y restaurantes, hoteles, colegios, hospitales, residencias de ancianos, supermercados, etc.

El éxito de estas cucarachas en entornos domésticos se debe fundamentalmente a su alta tasa de reproducción en comparación con otras especies y sus reducidas dimensiones,  lo cual les permite esconderse en ciertos lugares que resultan inaccesibles al resto.

DESCRIPCIÓN Y CICLO DE VIDA

Las cucarachas alemanas adultas miden aproximadamente 1,5 cm de largo, son de de color amarillo pálido o marrón claro (motivo por el que se las conoce también como cucarachas rubias) y no vuelan, a pesar de que tienen alas completamente desarrolladas.

Se pueden distinguir de otras especies por su tamaño pequeño y por la presencia de dos líneas paralelas de color más oscuro situadas en el pronotum (entre las alas y la cabeza). Las ninfas son de aspecto similar a las adultas aunque de menor tamaño y sin alas.

 

Las cucarachas alemanas tienen tres etapas de desarrollo: huevo, ninfa y adulto. Las hembras producen una cápsula marrón claro (ooteca) que contiene de 30 a 40 huevos aproximadamente dispuestos en dos filas, la cual cargan durante unas tres semanas en su abdomen hasta el día en que salen las crías, momento en el que la depositan en una grieta o espacios seguros.

 

La capacidad de reproducción de la cucaracha alemana es muy elevada, ya que si tenemos en cuenta que las hembras adultas pueden llegar a poner hasta 8 cápsulas a lo largo de su vida con las condiciones ambientales adecuadas, y que las ninfas tardan aproximadamente dos meses en convertirse en adultas sexualmente maduras, es teóricamente posible que una cucaracha adulta produzca nada menos que unas 300.000 cucarachas en un año.

 

 

HÁBITAT Y COMPORTAMIENTO

Las cucarachas alemanas tienen un comportamiento gregario y son especialmente activas durante la noche, momento en el que salen en busca de comida, agua y pareja reproductiva, mientras que durante el día se esconden en grietas y lugares oscuros que dispongan de un ambiente cálido y húmedo y que se ubiquen junto a las fuentes de comida y agua, tales como cocinas y baños.

 

Estas cucarachas pueden ser vistas durante el día, particularmente si hay una población grande o si hay otras causas de tensión, como falta de comida o agua o si han aplicado pesticidas.

Sus cuerpos, relativamente anchos y planos, les permiten moverse dentro y fuera de grietas y espacios estrechos con facilidad. Tienen predilección por las superficies porosas como la madera, el papel o el cartón frente a otro tipo de superficies lisas como el metal. Las cucarachas “marcan” estas superficies porosas con una feromona de agregación, presente en sus heces, mediante la cual se comunican con otras  cucarachas para formar grupos, especialmente en la etapa de ninfas. Estas cucarachas pequeñas se suelen alimentar de las heces de las adultas, por lo que no precisan salir de su escondite para buscar comida.

Lugares típicos donde se reúnen estos insectos son las grietas y hendiduras de las encimeras y mostradores, bajo los marcos de puertas y ventanas, en los huecos de las paredes y techos, bajo los alicatados, en el interior de y alrededor de los frigoríficoslavavajillas eléctricosestufaslavadorassecadoras de ropacalentadores de agua, etc.

 

Las cucarachas alemanas tienen una gran necesidad de agua y se alimentan de una amplia variedad de comidas (son omnívoras), por lo que en muchos lugares la basura es su fuente principal de alimento. No obstante, tienen preferencia por productos como almidón, dulces, grasas y productos de carne.

EFECTOS NOCIVOS

Las cucarachas alemanas producen secreciones olorosas que pueden afectar al sabor de la comida que tocan y que en los casos de poblaciones elevadas de cucarachas,  provocan un olor característico en toda la zona infestada.

Por otra parte, en los cuerpos y patas de las cucarachas se pueden detectar organismos infecciosos, como bacterias, protozoarios y virus, que son depositados en las comidas, utensilios y superficies de la cocina cuando van en busca de alimento y que pueden provocar diversas formas de gastroenteritis (envenenamiento de comida, disentería, diarrea, y otras enfermedades).

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